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Fitness Senior y sus beneficios

Realizar ejercicio regularmente es importante para todos pero, aún más, para las personas que comienzan a sufrir enfermedades músculo-esqueléticas y cardiovasculares propias de la edad.

Es por ello que deben practicar ejercicios suaves y adaptados a sus necesidades como, por ejemplo, el método pilates.

La práctica de Pilates, por ejemplo, puede resultar beneficioso para las mujeres mayores con dolor de espalda, al conseguir mejoras en el equilibrio y un menor miedo a caerse que otros tipos de ejercicio.
"Los ejercicios del método pilates se centran no sólo en el físico, sino también en el desarrollo psicológico y la interacción cuerpo y mente", según ha destacado Fidel Hita-Contreras, en uno de sus estudios para la Universidad de Jaén.

 

Este método de entrenamiento se puede considerar una alternativa para los millones de personas que en el mundo sufrirán dolor de espalda en algún momento de sus vidas, un riesgo que además aumenta con la edad. Los síntomas pueden variar desde un dolor constante a un dolor repentino y agudo, y en ambos casos dificultan la movilidad.

 

Un meta-análisis que incluyó 55 estudios observó que las personas con más de 60 años y que llevaban al menos 20 años entrenando presentaban un consumo de oxígeno y una fuerza similares a las de jóvenes sanos, y mejores que el de personas mayores que no realizaban ejercicio (Mckendry et al. 2018).

 

De forma similar, un estudio muy reciente publicado en la revista Aging Cellha mostrado como las personas mayores (55-79 años) que han mantenido un alto nivel de actividad física durante toda su vida (26 años de experiencia media en ciclismo) no presentan prácticamente ningún empeoramiento asociado al envejecimiento en las propiedades musculares (composición, tipo y tamaño de fibras musculares, así como contenido mitocondrial) (Pollock et al. 2018).

 

Por último, otro estudio ha confirmado recientemente que las personas mayores que realizan ejercicio durante toda su vida (personas de más de 70 años que habían realizado más de 50 años de ejercicio aeróbico) disminuyen el deterioro en la capacidad cardiorrespiratoria y evitan la reducción en capilaridad muscular y actividad enzimática, manteniéndose estas variables similares a las de personas jóvenes entrenadas (Gries et al. 2018). Aunque nunca es tarde y se pueden obtener beneficios incluso a la más avanzada edad, cada vez más evidencia apoya el papel de realizar ejercicio durante toda la vida y especialmente de mantenerlo al llegar a la tercera edad. Entre dichos beneficios caben destacar los siguientes:

  • Menor incidencia de caídas y fracturas óseas, por aumento de la fuerza muscular y coordinación de los movimientos
  • Retraso en la aparición de osteoporosis, sobre todo en mujeres posmenopáusicas.
  • Mejora de la depresión, sobre todo en mujeres, con los programas de entrenamiento.
  • Prevención de la asteroesclerosis.
  • Disminución de las cifras de tensión arterial, con una gran mejoría de su cuadro clínico.
  • Mejora de la funcionalidad, Incremento de la capacidad para desarrollar tareas cotidianas y laborales.
  • Aumento del gasto calórico del organismo, contribuyendo a la pérdida de peso y al mantenimiento de la misma.
  • Mejora del sueño y sensación de bienestar general.

 

Por todo ello, el Método Pilates junto con un estilo de vida sano y saludable, va a fortalecer los procesos naturales del envejecimiento, favorece la pertenencia a un grupo donde compartir experiencias, a la vez que nos va a aportar una mejor calidad de vida

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