Vamos a empezar por definir ¿qué es la luz azul y dónde está?

La luz azul es una luz visible de alta energía que se coloca entre los 380 y los 400 nm, es aquella que contienen los dispositivos electrónicos y digitales que usamos en nuestro día a día como el móvil, la Tablet, la televisión, etc. con los que pasamos gran parte de nuestro tiempo. También la tenemos en el sol.

¿Qué efectos negativos tiene?

Aunque los efectos van en ambas direcciones ya que también tiene efectos positivos, los negativos son más perjudiciales como por ejemplo la pérdida de visión a largo plazo (a lo que técnicamente se conoce como degeneración mácula), síntomas de fatiga ocular y estrés. Al confundirla con luz solar, el cuerpo deja de segregar melanina y produce otro efecto adverso como es el INSOMNIO.

¿Qué es el insomnio?

Es esa sensación de no poder dormir, de tener una dificultad enorme para conciliar el sueño. ¿Lo has sentido alguna vez? Se trata de un trastorno o dificultad del sueño que se puede dar al intentar iniciar el sueño; mantenerlo por la noche; volver a dormir o levantarte tal vez demasiado temprano; o incluso puede volverse repetitivo e ir empeorando. El insomnio engloba una serie de problemas unidos a él:

• Disminuye la calidad del sueño, provocando una sensación de cansancio  y agotamiento durante todo el día.
• El metabolismo de la persona se ralentiza.
• Existe una mayor sensación de hambre durante las horas en las que estás despierto.
• Contribuye a un catabolismo muscular. La resistencia a la insulina se verá afectada en valores negativos.

Todo esto nos lleva a una pérdida de la composición corporal y por supuesto de nuestro rendimiento.

¿Cómo ponerle solución y aminorar o no tenerlo?

Existe la posibilidad de adaptar tu día a día con esta luz y aminorar su efecto negativo sobre nosotros mediante el uso de gafas/lentes cuyo propósito y diseño hace que nuestros ojos se relajen y no absorban tanto la luz. Como remedio casero, puedes hacer pausas cada cierto tiempo, parpadear dentro de la exposición a las pantalla, mirar a la lejanía o incluso antes de dormir hacer un ritual de sueño como puede ser poner luces tenues en la habitación, dejar teléfonos, tablets, alejar la tv de nuestra cama para que no tengamos pegada esa luz azul.

Lo que está claro es que en la actualidad no sólo el sol es el portador de esta luz, sino también aparatos electrónicos casi indispensables en nuestra vida. Tenemos que ser conscientes de que ya que estamos en contacto diario con dicha luz, un abuso prolongado de las pantallas de los dispositivos va a generar problemas para nuestra salud, y no sólo en los ojos sino también en nuestro rendimiento.

Es importante cuidar nuestra vista, acude cada cierto tiempo al oculista, utiliza lentes de contacto aptas y de calidad, no abuses de la luz artificial de los aparatos electrónicos y descansa.

Jorge Fernández Tendero.
Técnico superior en Actividades Físico y Deportivas.
Técnico de Sala y Actividades Dirigidas en YO10 Sport Club Sevilla.