Las ayudas ergogénicas nutricionales son productos que contienen nutrientes o componentes en cantidades mayores a las recomendadas, con la intención de mejorar el rendimiento deportivo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que muchas de estas ayudas no siempre están respaldadas por evidencia científica sólida y pueden depender de creencias populares.
Existen diferentes tipos de ayudas ergogénicas nutricionales:
- Energéticas: aportan combustible para los músculos, como bebidas con carbohidratos, creatina y triglicéridos de cadena media. Cada una tiene sus ventajas y posibles inconvenientes, como aumento de peso o molestias estomacales.
- Anabólicas: ayudan a construir músculo, incluyendo proteínas, aminoácidos y sustancias como tribulus terrestris o glutamina. Algunas pueden tener efectos secundarios o no estar científicamente comprobados.
- Anticatabólicas: buscan mantener la masa muscular y reducir la degradación, como coleus forskohlii o aminoácidos ramificados.
- Estimulantes del sistema nervioso central y resistencia: como cafeína, té verde o efedrina, que aumentan la capacidad de trabajo y retrasan la fatiga, pero pueden crear dependencia o problemas cardíacos.
- Adaptógenos: sustancias que aumentan la resistencia al estrés, como ginseng o ginkgo biloba, aunque también pueden tener efectos secundarios.
- Electrolíticas: ayudan a mantener el equilibrio de agua y minerales, como bebidas electrolíticas y glicerol.
- Lipolíticos: aceleran la utilización de grasa, como la L- carnitina, aunque su efectividad puede variar.
- Alcalinizantes: elevan el pH muscular para evitar la acidez, como el bicarbonato, pero pueden causar molestias gastrointestinales.
- Potenciadores del rendimiento aeróbico y anaeróbico: como la coenzima Q10 o el hierro, que mejoran la producción de energía.
- Potenciadores articulares y antioxidantes: protegen las articulaciones y ayudan a recuperarse del estrés físico.
Es fundamental recordar que muchas de estas ayudas deben usarse con precaución y, preferiblemente, bajo supervisión profesional, ya que algunas pueden tener efectos adversos o estar prohibidas en competencias deportivas. Además, no todas tienen respaldo científico suficiente, por lo que su uso debe ser informado y responsable.