Mantener el cuerpo en forma practicando algún deporte es esencial para mejorar la salud y la calidad de vida. Pero, además de los beneficios físicos que reporta, también es muy recomendable para gozar de un
buen estado de ánimo, de una adecuada salud mental. El deporte te ayuda a estar mejor, te hace sentirte bien contigo mismo. Y es que durante su práctica el organismo segrega endorfinas, que son las famosas hormonas de la felicidad.
Las endorfinas se encargan de conectar las neuronas del sistema nervioso y se convierten en la unión entre el cuerpo y la mente. Son transmisoras de placer y de felicidad, de alegría, y también contribuyen a paliar el dolor. Cuando haces ejercicio físico se activan y, en consecuencia, el estado de ánimo mejora, la autoestima se incrementa y podemos decir adiós al agobio, la ansiedad e incluso reducir los niveles de estrés.
Eso sí, para que todo esto se cumpla, la práctica deportiva que estes ejerciendo, sea gratificante para tí, te sientas cómodo/a y disfrutes.
El sedentarismo...
El hecho de ser sedentario potencia situaciones de ansiedad y altibajos emocionales, tienden a no encontrar placer en nada de lo que hacen. El sedentarismo disminuye los niveles de endorfinas. Quienes mantienen una vida activa y practican algún deporte consiguen tener un mayor nivel de felicidad y bienestar en su día a día.
Otros neurotransmisores que repercuten en tu estado de ánimo.
Pero no sólo se trata de liberar endorfinas. La actividad física supone la segregación de otros neurotransmisores como la dopamina, la serotonina y noradrenalina, que también influyen, y mucho, en tu estado de ánimo. La dopamina tiene que ver con emociones como la confianza, la alegría, el optimismo, la vitalidad y la satisfacción; por su parte, la serotonina está unida al control de las emociones, regulando la ira, la ansiedad, la tristeza, el miedo, y otras como el entusiasmo y la valentía.
Finalmente, la noradrenalina proporciona un entorno proclive a la atención, la sociabilidad y el aprendizaje.
Por eso, niveles altos de estos neurotransmisores, que pueden verse favorecidos por la práctica de un deporte, te van a ayudar a adaptarte mejor al entorno y tener un humor estable, a estar motivado, ilusionado y tener iniciativa, entre otros beneficios.
Te sentirás cada vez más feliz, relajado, fuerte y orgulloso de ti mismo y eso es lo que, al final, importa.